La Memoria
Como en las anteriores semanas, continuamos con las funciones cognitivas. Esta semana es el turno de la Memoria. La Memoria es una capacidad fascinante, dada su complejidad.
¿Qué es la memoria?
La memoria es una función cerebral resultado de las conexiones sinápticas entre neuronas, lo que favorece el aprendizaje de conocimientos, el almacenamiento de los mismos y la recuperación de éstos en el momento necesario. Así, los recuerdos que aparecen son creados cuando las neuronas inmersas en un circuito refuerzan la intensidad de las sinapsis creadas.
Según la RAE, la memoria se entiende como “la facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado”. Visto así, parece sencillo, pero la memoria, como hemos dicho antes, es el resultado de conexiones sinápticas más complejas. Asimismo, podemos encontrar que, a nivel cerebral, influyen áreas como el cerebelo, la corteza y el hipocampo.
Por otro lado, es de señalar, que al igual que hay distintos tipos de atención, también existen diferentes tipologías de memoria, cada una de las cuales se encarga de un tipo de recuerdo o forma de almacenamiento.
- Memoria a Corto Plazo: La Memoria a Corto Plazo (MCP) es aquella que retiene información que se va a utilizar de inmediato.
- Memoria a Largo Plazo: La MLP es la que contiene mucha información codificada, que se mantiene inactiva y que se pone en funcionamiento cuando es necesario. La información que aprendemos inicialmente pasa por la MCP y, posteriormente, pasa a la MLP.
- Memoria Sensorial: Es aquella que recoge la información a través de los sentidos (p.e. olores)
- Memoria Prospectiva: Es la que se encarga del recuerdo de acciones que se tienen que realizar en un futuro.
- Memoria Retrospectiva: Es la que genera el recuerdo de sucesos ocurridos en el pasado.
- Memoria Explícita: Es el tipo de memoria que favorece la recuperación de forma voluntaria, de episodios, actividades y hechos de la vida personal.
- Memoria Episódica: Es la memoria que se encarga del procesamiento y almacenamiento de la información autobiográfica.
- Memoria Semántica: Almacena el conocimiento necesario para el uso del lenguaje y los hechos relacionados con las experiencias de la persona.
- Memoria Implícita: Es la encargada de recuperar información de forma inconsciente, facilitando la realización de actividades de forma automática (p.e. conducir, montar en bici).
La Memoria se ve afectada en múltiples trastornos como la Amnesia, la Hiperamnesia, la Enfermedad de Alzheimer, Demencia por Cuerpos de Lewy,…aunque en cada uno de los trastornos, se puede ver disminuida, en mayor o menor medida, un tipo u otro de Memoria.
Debido a la complejidad de la memoria, podríamos dedicar un mes entero o más, hablando de ella, de su funcionamiento y de sus implicaciones cerebrales, pero tras la breve explicación dada, vamos a hablar de que nos permite realizar dicha función y formas para estimularla.
Aprendiendo a realizar actividades nuevas también estimulamos la memoria.
¿Qué nos permite realizar esta capacidad?
– Recordar conocimientos generales aprendidos a lo largo de la vida (p.j. capital de España)
– Recordar acontecimientos de nuestra vida pasada: fechas significativas, viajes realizados…
– Recordar procedimientos aprendidos: conducir, realizar recetas de cocina…
– Recordar cosas que nos han ocurrido recientemente, como, por ejemplo, donde hemos dejado las llaves, el nombre de alguien que nos acaban de presentar, …
-Aprender cosas nuevas. Cosas que no hemos conocido nunca, por ejemplo, en personas mayores, utilizar el móvil o el ordenador.
– Recordar cosas pendientes de hacer: tomar un medicamento, hacer una llamada pendiente…
¿Qué actividades se pueden realizar para estimular la memoria?
– Orientación temporal, espacial y personal: Colocar un calendario en la parte de la casa donde más tiempo esté la persona. Anotar en el calendario las cosas importantes como cumpleaños, citas, visitas… Repetirle a la persona el día en el que estamos, el lugar donde nos encontramos, así como su nombre, apellidos, edad…
– Utilizar reloj. Recordarle que lo mire y nos diga la hora.
– Colgar notas en lugares donde es importante no olvidar realizar una acción: cerrar la puerta, apagar las luces, apagar el agua…
– Hacer fotos de las partes de la casa, por ejemplo, o de las actividades realizadas con la fecha correspondiente.
– Ordenar las cosas con la persona, de forma clasificada, para que le sea más fácil encontrarlas.
– Dejar las cosas de uso diario (teléfono, llaves, pastillas) en el mismo sitio. Habilitar un lugar visible donde los objetos sean fáciles de encontrar y que relacione con dichas cosas.
– Escuchar música conocida y que genere recuerdos. Asimismo, es bueno intentar memorizar nuevas canciones y textos.
– Recitar refranes, adivinanzas, poesías,…
– Ver álbumes de fotos y realizar una actividad de denominación y recuerdo de esas fotografías.
– Compartir juegos de mesa: los juegos de mesa son unos grandes aliados a la hora de trabajas las funciones cognitivas. Para la memoria hay juegos como el “memory”, donde debe de encontrar la pareja de otra carta. Otros juegos podrían ser el dominó, el cinquillo, el bingo,…
– Crear un libro de cocina. Que la persona vaya diciendo como se hacen determinados platos que ha realizado a lo largo de su vida; hacer una lista de la compra con los ingredientes que son necesarios, etc.
– Recordar como se hacía, por ejemplo, un “empalme” eléctrico, si la persona ha sido electricista; cómo funcionaba correos, si ha trabajado ahí, etc.
Como observáis, las últimas actividades son mucho más específicas, son las actividades CENTRADAS EN LA PERSONA, por las que, desde Memoria Vital, apostamos SIEMPRE.
Es importante conocer la historia de la persona, y trabajar la memoria desde esa historia de vida.
En Memoria Vital Psicología estamos a vuestra disposición para realizar estimulación de la Memoria a domicilio y para elaborar planes de estimulación específicos, atractivos y motivadores para la persona.
¡Os deseamos un feliz lunes y una mejor semana!