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¡Buenos días! Esperamos que hayáis descansado estos días de Semana Santa ya que el tiempo no ha permitido otra cosa… ¡Ahora toca disfrutar de las bonitas fiestas de primavera que tenemos en Murcia!

Esta semana os vamos a hablar de una forma de comunicación con las personas muy mayores que están desorientadas o con algún tipo de demencia: la Validación.

¿Qué es la Terapia de Validación?

 

Como ya hemos dicho, la Validación es una forma de comunicación. Todos conocemos el caso de una persona, que siendo ya muy mayor, parece estar “desconectada” del mundo. Ya viva en casa con sus familiares o en una residencia, esta persona parece no atender a lo que sucede a su alrededor, no reacciona cuando le hablamos, nos mira con la mirada vacía, como si estuviera en otro mundo y, en muchas ocasiones, cuando intentamos comunicarnos con ella o simplemente tenemos que asearla, darle de comer, acostarla, cambiarla de postura, etc., esta persona se altera, se pone agresiva, grita y/o empieza decir “cosas sin sentido”.

En otros casos la persona no está totalmente desconectada de lo que le rodea y se relaciona con el entorno en forma de gritos, repetir palabras “sin sentido” para nosotros, repetir gestos con las manos, los pies, tics, etc.

 

Naomi Feil

Naomi Feil es la creadora de este método. Nació en Múnich en 1932 y creció en el Hogar Montefiore para Ancianos de Cleveland, Ohio, donde sus padres trabajaban como profesionales pioneros de la rehabilitación.

En 1956 se licenció en la Escuela de Educación Social de Nueva York, de la Universidad de Columbia. Desarrolló el método de validación entre 1963 y 1980 cuando era educadora de grupo en el Hogar Montefiore donde creció. Este método nació como respuesta a su insatisfacción con los métodos tradicionales de trabajo con los muy mayores desorientados.

En 1982 publicó el libro Validation: The Feil Method y, entre otros libros y artículos, Naomi Feil también publicó en 1993 The Validation Breakthrough.

¿En qué consiste la Validación?

 

El método de validación utiliza la empatía para que podamos sintonizar con la realidad interna de las personas muy mayores desorientadas. Es decir, que nosotros debemos entrar en su realidad y no ellos en la nuestra.

Otras técnicas muy utilizadas proponen la terapia de orientación a la realidad, pero se ha demostrado que en fases más avanzadas de la demencia o en personas muy mayores, traerlos de nuevo a la realidad, a la actual, no les beneficia e incluso les produce malestar que se ve traducido en problemas de comportamiento (gritos, agresividad, acciones repetitivas, etc.).

Validar es reconocer los sentimientos de la persona, decir que sus sentimientos son ciertos, no negarlos. Si negamos los sentimientos de la persona la invalidamos.

 

La empatía es, dicho de forma muy resumida, la  capacidad de ponernos en la “piel” del otro, de comprender cómo se siente.

Pongamos un ejemplo: ¿Cuántas veces hemos tenido un problema que, aunque de forma racional se puede considerar poco grave, a nosotros nos ha afectado como si tuviese toda la gravedad del mundo? y ¿Cuántas veces hemos sentido alivio al contarlo y que la respuesta fuese “no te preocupes, es una tontería”? Seguramente esa respuesta quitando importancia a nuestro sentimiento no nos haya ayudado nunca, o incluso haya aumentado el malestar que sentíamos. Sin embargo, ante una respuesta en la que la persona nos escucha, nos entiende, nos deja desahogarnos, no tilda nuestra preocupación de “tontería”, nos da un abrazo necesitado, y nos muestra su apoyo… Ahí sentimos alivio. Seguramente no resuelve nuestros problemas, pero nos alivia y nos relaja.

Ahora traslademos este ejemplo a una persona mayor que vive en una residencia y está muy desorientada, sea por causa de una fase muy avanzada de demencia o no. Esta persona llora constantemente y busca a su madre. Piensa que la ha perdido.

Bien, primero empaticemos. Intentemos comprender cómo se siente, y para ello recordemos como nos sentíamos de niños cuando perdíamos de vista a nuestra madre, o cuando tenía que irse sin nosotros y a nuestro parecer tardaba demasiado. Si no lo recordamos fijaos en vuestros hijos, sobrinos, nietos… en el estado de ansiedad, miedo y tristeza tan intensos que les produce una situación así.

Pues la persona mayor está viviendo exactamente esos sentimientos, porque ella no vive en la actualidad de 2019, ella está en su niñez. ¿De qué serviría decirle que ya tiene 85 años, que no es una niña y que su madre murió hace muchos años? ¿De qué sirve decirle a esa niña que vive en una residencia rodeada de desconocidos y que todos los que pueden darle apoyo y protección han desaparecido de su vida?

El Método.

 

Es fundamental que nos mostremos cercanos, mantengamos el contacto visual, la cercanía, el contacto físico si lo quieren, palabras amables, tono de voz suave, y sobre todo, mostrar empatía, observar para intentar comprender qué está pasando, qué siente, en qué estado emocional se encuentra la persona.

No se trata de tener palabras de cariño vacías, con prisas, mirando el reloj porque se hace tarde. Se trata de estar ahí de forma plena y exclusiva para la persona.

Con la autentica empatía fomentamos la confianza, la confianza en nosotros por parte de la persona mayor potenciará su sentimiento de seguridad, y sentirse seguro le hará sentirse válido. Sentir que tiene en quién confiar, que da validez a lo que siente, reduce el estrés y la ansiedad.

Creencias y Valores de la Terapia de Validación.

 

La Terapia de Validación se basa en los siguientes principios de la psicología:

  1. Todas las personas son únicas y deben ser tratadas como individuos.
  2. Todas las personas son valiosas, sin importar su grado de deterioro funcional o cognitivo.
  3. Existe una razón detrás de cada conducta.
  4. El comportamiento en las personas muy mayores no está únicamente en función de cambios anatómicos a nivel cerebral, sino que refleja una combinación de cambios físicos, sociales y psicológicos que tienen lugar a lo largo de la vida.
  5. La persona muy mayor no puede ser obligada a cambiar su conducta, solo lo hará si lo desea.
  6. Los mayores deben ser aceptados sin críticas.
  7. En cada etapa vital existe una tarea concreta que debemos resolver. Si ignoramos dicha tarea, esta aparecerá y exigirá nuestra atención en una etapa vital posterior.
  8. Cuando la memoria reciente falla, las personas muy mayores recuperan el equilibrio recuperando recuerdos tempranos. Los recuerdos tempranos y mejor asentados son los que mejor sobreviven hasta la vejez más tardía.
  9. Los sentimientos dolorosos que son expresados, reconocidos y validados por alguien que los escucha y en quien pueden confiar, hará que estos disminuyan.
  10. La empatía estimula la confianza, reduce la ansiedad y restaura la dignidad.

Beneficios de la Terapia de Validación.

 

Naomi Feil presenta los siguientes beneficios de su método para las personas muy mayores desorientadas o con demencia:

  • Restablecimiento de la dignidad y amor propio de la persona.
  • Reducción de la necesidad de contenciones físicas y químicas.
  • Aumento de la comunicación verbal y no-verbal.
  • Promoción de la comunicación e interacción con otras personas.
  • Reducción del aislamiento con el “mundo exterior”.
  • Estimulación del potencial oculto.
  • Ayuda en la resolución de las tareas de vida inconclusas.
  • Reducción del estrés y la ansiedad.
  • Mejorar el aspecto y el bienestar físico.
  • Promoción de la independencia de la persona durante mayor tiempo.

 

En 1993 Feil indicó en su obra “The Validation Breakthrough: Simple Techniques for Communicating with People with Alzheimer’s and Other Dementias” indicó los siguientes beneficios de la terapia de validación para los profesionales que trabajan con personas con demencia:

  • Reducción de la frustración.
  • Prevención del desgaste.
  • Aumento de la satisfacción en el trabajo.
  • Aumento del placer en la comunicación con las personas con demencia.

 

Los beneficios para los familiares son:

  • Comunicación más efectiva con su familiar.
  • Reducción de la frustración.
  • Aumento de visitas a su familiar.
  • Alivio en cuanto a la mejoría de su familiar en áreas como el lenguaje y la relación social.
  • Mayor conocimiento de su propio proceso de envejecimiento.

 


 

Como resumen podemos decir que la Terapia de Validación contribuye a hacer que quienes trabajan, viven o simplemente se relacionan con personas mayores desorientadas o con demencia se sientan más cómodos en su trato con ellos; que acepta a las personas tal y como son; explica los motivos que hay tras los sentimientos y que, además, ayuda a las personas muy mayores desorientadas o con demencia  a conseguir sus objetivos, no los nuestros.

 

 

Tal como dice Naomi Feil en su libro “Validación. Un método para ayudar a las personas mayores desorientadas”:

“A través de la escucha activa y empática, del contacto visual y del tacto, es posible quebrar el aislamiento que la desorientación produce en los muy mayores y empezar a comprender e interpretar sus sentimientos”.

 


 

Esperamos haber contribuido a que conozcáis un método distinto y, a nuestra forma de entender, más natural para comunicaros con vuestro familiar o para ayudaros a realizar vuestro trabajo. Si queréis conocer más sobre este método, aprender a ponerlo en práctica y mejorar la calidad de vida de vuestro familiar/usuario, y la vuestra propia a través de una mejora en la forma de comunicaros o relacionaros con ellos, no dudéis en poneros en contacto con nosotras.

Realizamos formaciones, siempre personalizadas y a domicilio, donde os enseñaremos la metodología de forma práctica y enfocada a las características personales de la persona mayor y del familiar o trabajador.

 

Desde Memoria Vital Psicología ¡Os deseamos unas bonitas fiestas de primavera!

 

 

 

 

Bibliografía:

Validación: Un método para ayudar a las personas mayores desorientadas. Naomi Feil. Editorial Herder. 2002.
The Validation Breakthrough: Simple Techniques for Communicating with People with Alzheimer's and Other Dementias. Naomi Feil. Third Edition. 1993.

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