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En la entrada de hoy queremos hablaros sobre un taller que realizamos el miércoles de la semana pasada en las  ‘Jornadas sobre Fragilidad y Caídas en Personas Mayores’ en el Campus de Lorca de la Universidad de Murcia, en concreto en la Cátedra Poncemar de Gerontología.

 

¿Qué es la Cátedra Poncemar de Gerontología? 

Tomando sus propias palabras;

“La Cátedra Poncemar de Gerontología pretende contribuir a una unidad de proyecto educativo y asistencial, de orientación del Campus hacía una especialización y singularización materia sociosanitaria de personas mayores en la ciudad de Lorca.”

Tiene por objeto:

-La formación e investigación en materia sociosanitaria de personas mayores en el Campus Universitario de Lorca.

-La asistencia y cuidados a personas mayores a través de un servicio de Centro de Día.

-Adecuar la oferta de enseñanzas universitarias oficiales y de Formación Profesional a las necesidades de dicho Centro, que aspira a convertirse en un Centro de referencia en materia sociosanitaria y en Centro de pruebas de las investigaciones en este ámbito.

Podéis encontrar más información en: https://www.um.es/web/catedragerontologia/

El taller: Emociones y Fragilidad.

 

Con este taller pretendíamos conseguir que los profesionales, y futuros profesionales, asistentes a las jornadas fuesen capaces de reconocer las emociones que surgen en el contexto de las personas mayores, así como entenderlas. Siendo capaces de esto, podremos entender cómo las emociones influyen en los estados de fragilidad de las personas (en cuanto a mayor posibilidad de caídas, mayor riesgo de padecer enfermedad, etc.).

Comenzamos con una breve explicación sobre las emociones para poder reconocerlas en el contexto de las personas mayores y así poder detectarlas cuando se dan. Vimos las emociones básicas (sorpresa, ira, miedo, asco, tristeza, alegría), también las emociones autoconscientes; aquellas que surgen cuando se produce una valoración positiva o negativa del propio yo (culpa, vergüenza, orgullo y arrogancia). También hicimos un breve repaso a la definición de ansiedad y frustración. Esta última, la incluimos porque surge ante la imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo, y esta imposibilidad de satisfacción provoca un sentimiento de tristeza, decepción y desilusión, en unos casos, y de ira o ansiedad en otros, que vemos muy a menudo en nuestro ámbito de trabajo.

Explicamos emociones, no trastornos psicológicos, ya que estos formarían parte de la fragilidad ya dada.

 

A continuación asociamos la aparición de esas emociones con algunos de los trastornos o patologías, tanto físicas como psicológicas, en el envejecimiento (cifosis, osteoporosis, trastornos de la visión, audición, respiratorios, demencia, fibromialgia, cáncer, diabetes, etc.).

 

Las emociones que percibimos tienen unas consecuencias a nivel físico y psicológico, y estas consecuencias son las “culpables” de que actuemos de una u otra manera. Esa forma de actuar puede llevarnos a tener mayor probabilidad de fragilidad.

 

Para poder definir de una forma más clarificadora la fragilidad, utilizamos los criterios de Fried para mostrar como, por ejemplo el miedo, puede influir en la pérdida de peso no intencionada, en la lentitud de la marcha, etc.

 

 

 

Y, por último, y más importante, para poner en práctica la información que habíamos ofrecido en la presentación, propusimos un Caso, el caso de Lolita. Se trataba de la historia clínica y de vida (ficticia) de una mujer que vivía en una residencia. Les pedimos que tomasen nota de las distintas patologías que sufría, así como de su historia de vida, para que asociasen una emoción a cada una de ellas, para que, una vez hecho esto, nos dijesen qué criterio de fragilidad de Fried podía verse influido. Nosotras, posteriormente, dimos la solución a tres trastornos que consideramos característicos: cifosis, diabetes tipo II y delirios.

Los objetivos que pretendíamos conseguir fueron:

  • Que al mirar la historia clínica de una persona siempre buscasen más información sobre la historia de vida de ese paciente, ya que, no afectará igual una osteoporosis a una persona sedentaria y tranquila, que a una persona activa.
  • Que cuando existe una patología, recuerden siempre que esa patología, además de unas consecuencias físicas o psicológicas, está suscitando unas emociones que es importante tener en cuenta.
  • Que comprendan que las emociones suscitadas por un trastorno que “a priori” no tiene por qué producir mayor riesgo de fragilidad (al menos a corto plazo), puede llevar a un incremento de estas probabilidades.

 

Como conclusión, hicimos hincapié en que las emociones POSITIVAS pueden modular el efecto de las negativas; y en la importancia de poner especial atención a su historia clínica, y de vida, desde el punto de vista de las emociones.

 


 

 

Queremos agradecer a la Cátedra Poncemar que haya contado con nosotras para estas jornadas. Fue un honor poder participar, junto con nuestras compañeras del Colegio Oficial de Psicólogos de la Región de Murcia, en unas jornadas por y para la mejora de la calidad de vida, y de los servicios, que reciben las personas mayores.

 

 

¡Gracias por vuestro trabajo y gracias por vuestra confianza!

 

Thanks!








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