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¡Buenos días!

Hoy os vamos a hablar de un problema muy importante que está presente en las personas mayores más de lo que imaginamos: la DEPRESIÓN.

La depresión en el anciano se está convirtiendo en un problema de salud pública, siendo, junto a la demencia, la enfermedad mental más frecuente en este colectivo. Por tanto, se debe de dar visibilidad y conocer cómo identificar los síntomas de la misma, dado que en la mayoría de las ocasiones pasa desapercibida. ¿Por qué pasa desapercibida? Porque se tiene la creencia de que la depresión está vinculada al envejecimiento, idea que, desde aquí aclaramos, NO es cierta.

PORCENTAJES DE DEPRESIÓN EN MAYORES • 10% de los ancianos que viven en la comunidad. • 15-35% de los que viven en residencias. • 10-20% de los ancianos hospitalizados.

Por otro lado, en muchos casos, la demencia y la depresión se solapan debido a sus síntomas,  lo que dificulta aún más el diagnóstico correcto. La depresión, por tanto, puede aparecer como síntoma de demencia, como trastorno afectivo por sí mismo con síntomas cognitivos, o dentro del curso de una demencia. La cosa, como veis, se complica…

Así, cabe explicar que la depresión es una alteración del estado de ánimo en la que se aparecen síntomas de tipo conductual y cognitivo.

A nivel conductual se observa, entre la sintomatología que aparece y como síntoma más temprano, la anhedonia (dificultad para sentir placer, pérdida de interés o satisfacción pro casi todas las actividades). La persona con anhedonia deja de hacer actividades que antes le eran interesantes y le producían placer (p.e. antes le gustaba cocinar, salir a caminar con las amigas y, de forma progresiva, deja de hacerlo).

Otros síntomas que caracterizan a la depresión:

  • La angustia, por un lado, psíquica, presentándose con nerviosismo e inquietud; y por otro lado, somática, padeciendo cefaleas de tensión, tensión muscular y diarreas, entre otros síntomas.
  • Aburrimiento
  • Apatía
  • Indiferencia
  • Irritabilidad
  • Lentitud de pensamiento
  • Inseguridad
  • Infravaloración
  • Autorreproches
  • Alteraciones del sueño (insomnio tardío: se duerme, pero se despierta muy temprano).
  • Alteraciones del apetito (disminución de este).

A nivel cognitivo, se ven afectadas diversas funciones cognoscitivas, pero son las capacidades atencionales y de memoria las que sufren un mayor deterioro. La depresión en las personas mayores, de forma frecuente, es acompañada de quejas subjetivas de memoria, lo que induce a confusión, generando en muchas ocasiones diagnósticos erróneos.

 

¿Qué se puede hacer?


A nivel profesional:

  • Realizar un diagnóstico correcto por parte del especialista.
  • Establecer el tratamiento más adecuado: terapéutico y, en caso necesario, farmacológico.
  • Seguimiento constante de la evolución de la sntomatología.

Desde casa se debe de:

  • Atender a los síntomas mostrados por nuestros familiares.
  • Ante cualquier duda, acudir al especialista.
  • Favorecer un entorno seguro.
  • Una vez diagnosticada la depresión, se debe de explicar que es un episodio temporal.
  • Reforzar y animar ante los cambios positivos.
  • Facilitar el discurso.
  • No culpabilizar.
  • No victimizar.

¿Qué no se debe de hacer?


 

  • Obligarle a que “levante el ánimo”.
  • Minimizar o maximizar los síntomas.
  • Mentirle sobre su estado.
  • Dar consejos sobre lo que “debería hacer”.
  • Responsabilizarlo de su estado.

 

Si tenéis dudas sobre los síntomas que observáis, debéis acudir a un especialista ya que, cuanto antes se diagnostique, antes se establecerá el tratamiento a seguir y, vosotros los cuidadadores y familiares, podéis actuar de forma más adecuada.

¡Feliz lunes y una mejor semana!

 

 

 

 

 

Imagen: https://www.msolucionamoncloa.com
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