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La vejez


La vejez es un momento que se asocia a cambios sobretodo cognitivos. Hay numerosos estudios que indican que, a pesar de existir una gran variabilidad entre individuos, la edad suele  influir en el funcionamiento y en el rendimiento cognitivo (p.e. enlentecimiento en el procesamiento de la información) (Brig-man & Cherry, 2002; Myerson, Hale, Swagstaff, Poon, & Smith, 1990; Salthouse, 1996). Aún así, de todos los cambios que pueden ocurrir en las áreas neurocognitivas, los que han obtenido mayor atención e investigación han sido los que se relacionan con la memoria.

 

La Memoria y las quejas subjetivas


Cuando se habla de la memoria cotidiana en la tercera edad, uno de los fenómenos más estudiados es la propia percepción subjetiva que las personas mayores tienen sobre su dificultad para recordar algunas cosas. Esto es conocido bajo la denominación de Quejas Subjetivas de Memoria -a partir de ahora QSM-.

Las QSM se entienden como un fenómeno clínico que se caracteriza por la presencia de olvidos y despistes frecuentes en la vida cotidiana que provocan una sensación de pérdida de las funciones mnésicas. Una vez cumplidos los 50 años, son frecuentes las QSM en la vida diaria, pudiendo llegar a ser significativas y referirse tanto a un estado psicoafectivo como a un DCL. Son la expresión de la percepción negativa que la persona mayor tiene de no poder mejorar.

En España, en los últimos años, el número de consultas médicas relacionadas con el deterioro cognitivo ha vivido un aumento considerable, incrementando así las derivaciones a los servicios de neurología (López-Pousa, Monserrat-Vila, Turró-Garriga, Aguilar-Barberá, Caja-López, Vilalta-Franch, Pericot-Niegra, Turon-Estrada, Tubaru-Recio, Coll-De Tuero, y Garre-Olmo, 2009; Calatayud, Gonzalez-Gonzalez, Bláquez-Menes, Antón-Gonzalez, Menéndez-González, García-Fernández, 2005). Así, las QSM se incluyen como criterio en la alteración de la memoria asociada a la edad y en el Deterioro Cognitivo Leve (Crook et al., 1986; Petersen, 2004) y se conciben como una categoría diagnóstica que se está utilizando para hacer referencia a despistes u olvidos del día a día que provoquen sensación de pérdida mnésica en la persona que los padece (Pellicer-Porcar, Mirete-Fructuoso, Molina-Rodríguez, Soto-Amaya, 2014).

Teniendo en cuenta la literatura existente en relación al estrés percibido, a las quejas de memoria y a las estrategias de afrontamiento, se extrae que existe una relación entre dichas variables, donde las estrategias influyen directamente sobre el estrés percibido y éste sobre las quejas de memoria. Por lo tanto, la puesta en marcha de estrategias de afrontamiento adaptativas frente a eventos estresores, podría favorecer una menor presencia de quejas subjetivas de memoria.

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